miércoles, 19 de enero de 2011

Vivir dependiendo de máquinas y líquidos.

Anoche, mi mujer y yo nos pusimos trascendentes. Estábamos sentados hablando de las muchas cosas de la vida, entre ellas de la muerte.

Estábamos hablando de la idea de vivir o morir, según en qué circunstancias y estado físico vivamos.

Le dije: “Nunca me dejes vivir cuando ésa vida sea dependiendo de máquinas y líquidos de una botella. Si me ves en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo, prefiero morir”.

Entonces ella se levantó, me miró asombrada, con cara de admiración... y la muy cabrona desenchufó el televisor, el ordenador, el móvil, la playstation y me quitó la cerveza, la ginebra y el whisky.

¡¡Qué hijaputa!!, ¡¡¡casi me muero!!!

2 comentarios:

  1. Hola, Imper:

    Jejejeje. Muy bueno, amigo. Claro, si es que a veces las parientas se toman nuestras palabras de forma demasiado literla y pasa lo que pasa. Por otra parte, es que ya no podemos vivir sin tele ni ordenata ni esas cosas. Nos vamos de vacaciones y, en cuantico nos falta algo de eso, se nos viene el mundo encima.

    Besos a doña Imperter y abrazos para ti, con el deseo de que sigas tan jocoso y divertido como siempre

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  2. Hola, Imper. Es que las mujeres tienen una mala leche... si yo te contara; bueno, y los hombres, algunos.

    Un abrazo bien fuerte.

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